jueves, 19 de julio de 2007

¿CERRUTI QUIERE EL PUESTO DE ALICIA?

El bochornoso despido de la ex ministra de Derechos Humanos y Sociales porteña, Gabriela Cerruti, del gobierno de Jorge Telerman para apoyar la ya derrotada candidatura de Daniel Filmus, le permitió sin embargo ingresas en el círculo aúlico de mujeres que respaldan a Cristina Kirchner, y ahora sueña con el Ministerio de Desarrollo Social en un eventual gobierno de la Primera Dama.

La Política Online informó hace unos días sobre las reuniones que el kirchnerismo albertista mantiene todos los miércoles en el edificio de Suterh, donde las filas que responden al jefe de Gabinete y jefe de campaña Cristina Kirchner, Alberto Fernández, trabajan delineando el accionar de la primera dama de aquí hasta octubre.

Este equipo, que con la reunión de hoy ya lleva cuatro mediodías de miércoles copando el edificio del sindicato que conduce Víctor Santamaría, habría recibido una adhesión muy peculiar: una carta firmada de puño y letra de Cerruti.

Pero el verdadero link de Cerruti con la Primera Dama lo alcanzó al lograr sumarse al exclusivo grupo de "Los Angeles de Cristina" que integran destacadas mujeres del oficialismo como Gabriela Ocaña, la legisladora Juliana Marino y la senadora Vilma Ibarra, jefa política de ese espacio.

En estos cónclaves se cuenta plata a futuro imaginando como será un eventual gobierno de Cristina Kirchner, y allí la periodista no vería con desagrado la posibilidad de ser la próxima ministra de Desarrollo Social.

Este genera una particular tensión al interior de la pareja presidencial, ya que como se sabe el presidente Kirchner ha decidido que la actual ministra, su hermana Alicia, no compita en las elecciones de gobernador de Santa Cruz como estaba previsto y le habría prometido su continuidad al frente de la cartera social.

El inconveniente es que Alicia Kirchner tiene una histórica mala relación con la Primera Dama.

Tan confiada esta Cerrutti en un destino de esplendor junto al cristinismo, que en la reunión para "recomponer" que mantuvo a solas con Jorge Telerman en el hotel NH City de la calle Bolívar, luego de ser depedida por un mensaje de texto, le ofreció renunciar a su banca de legisladora.

Una manera elegante de ahorrarse las acusaciones de "borocotización" que enfrenta actualemnte y que seguramente se agudizarán cuando asuma la banca y se pase al albertismo. El alcalde porteño, en lugar de hacerse eco de la propuesta, evitó el asunto, puso paños fríos y al día de hoy sigue sin tomar una decisión.

Como sea, la posibilidad de que Cerruti termine de ministra, como casi todo lo que pasa en la Casa Rosada en los últimos días, abrió grietas entre las dos grandes fuerzas que se debaten el poder K: el albertismo cristinista, y los patagónicos "pingüinos".

Estos últimos, quieren sostener allí a Alicia. Mucho más ahora que se bajó casi definitivamente de la lucha por la gobernación de Santa Cruz. Por el otro, están los que quieren reforzar la idea de "cambio" poniendo a gente más joven y, sobre todo, "caras nuevas". Mejor no recordar como le fue a la Argentina cada vez que tomaron el poder los profetas de la nueva política.

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